Hoy quisiera hablarles un poco sobre SALUD MENTAL. Según la organización mundial de salud, define este término, como un estado de bienestar donde el individuo puede trabajar de manera productiva, tener una vida social contribuyendo a la sociedad y poder enfrentar situaciones que se presenten en el día a día, en términos generales es sentirte con BIENESTAR.
Si vemos el bienestar desde la parte médica, podemos muchos sentirnos muy bien, otros quizá no tanto por alguna condición, pero son condiciones que hablamos cotidianamente sin tapujos.
Desde la parte mental, desde hace mucho tiempo se han venido gestando muchos prejuicios en relación a todo lo relacionado a las enfermedades mentales (enfermedades que no decidimos tener, sino que nos surgen por situaciones hereditarias, sociales o por algún estímulo a nuestro alrededor que detonó esto)
Si hacemos un paralelo con la salida física, quien ha decidió enfermarse de la tiroides? O de la diabetes? De contraer COVID?
En Realidad ninguno quisiéramos padecer ninguna enfermedad física, pero es una situación ajena a nosotros y que simplemente tenemos que tratar los sintomas para sentirnos BIEN. Síntomas y enfermedades, las cuales podemos hablar sin ninguna dificultad con nuestros familiares, amigos o conocidos, porque es una situación que simplemente me dio y soy vulnerable a dicha enfermedad.
Sin embargo, si hablamos de enfermedades mentales… de entrada hay tantos prejuicios sociales donde nos generan una situación de “yo soy responsable de que esto me pase”. Es decir, la enfermedad física me puede dar por factores sociales, genéticos o alguna predisposición en el ambiente, pero si sufro de una enfermedad mental … ¿yo soy la culpable y debo ocultarlo en la sociedad porque es sinónimo de vergüenza y culpa?
La realidad es otra, y tanto las enfermedades físicas como mentales pueden darnos por predisposición genética, social o por diversas situaciones en el ambiente y tenemos toda la libertad y tranquilidad de hablar de ellas para poderlas tratar.
¿Que diferencia hay en sufrir del azúcar (diabetes) y no poder disfrutar de una copa de helado gigante, a sufrir de anorexia y tampoco disfrutar de una copa de helado gigante?
En ambos casos hay un sufrimiento y por ende a una renuncia (la copa de helado).
En ambas enfermedades hay una dolencia, una de carácter físico y la otra mental, pero ambas tienen igual un malestar importante que se debe sanar y ambas tienen tratamiento.
Desmitifiquemos que las enfermedades mentales son culpa de nosotros y que por ello debemos ocultarlas y padecerlas solos. Merecemos el hecho de sentirnos sanos y tener bienestar en todas las áreas de tu vida.
Juliana Correa Hoyos